1. Taken: Alien Commander's Captive
Todos los enemigos del Imperio deben morir. Pero ella no, ella es mÃa para reclamarla…
JAYNE: He dedicado mi vida a defender a los clientes contra la injusticia, pero el imponente macho alienÃgena que me ha capturado no cree en la inocencia hasta que se demuestre la culpabilidad.
Lo único que le importa al Comandante Rexitor es su precioso Imperio y yo soy su mayor amenaza.
Este alienÃgena se va a asegurar de que pague por mi crimen. La justicia de Haalux es rápida y brutal, como él.
Pero yo creo en la justicia y estoy dispuesta a hacer cualquier cosa para sobrevivir, incluso si eso significa desafiarle a él o al Imperio.
Pero lo único que no voy a hacer es pedirle ayuda, porque lo que veo en sus ojos significa que voy a tener que renunciar a mucho más de lo que esperaba si lo hago.
REXITOR: No querÃa tener nada que ver con la criminal. Ella dice que es inocente, pero también el resto. Insiste en que entiende la justicia, pero ¿qué puede saber una humana de la justicia?
Las pruebas hablan por sà solas: ella es la asesina. Jayne se enfrenta a la ejecución, y yo perderé las suaves curvas y la voz tranquila que llama a mi lado primitivo de una forma que nunca creà posible.
Los guerreros Haalux marcados como yo no merecen una compañera, lo he aceptado.
Pero ella está aquà y está destinada a ser destruida frente a mÃ.
A menos que la reclame primero.
2. Crave: Alien General's Obsession
¿Qué es peor... ser abducida por alienÃgenas o ser la huésped de uno?
Tara.
Lo peor resulta ser un terrorÃfico general alienÃgena empeñado en reclamarme a mÃ, y a mi hijo no nacido, para sà mismo.
Quiere una sumisión total y no se puede negar lo que veo en sus ojos de color rojo intenso, o el destello de sus marcas azul eléctrico.
Cree que es el espécimen perfecto de un guerrero Haalux en todos los aspectos.
Puede que no lleve mucho tiempo en esta galaxia, pero tengo un par de trucos.
Hay una sorpresa esperando al General y no le va a gustar. Ni un poco.
Kylar.
Soy todo lo que un guerrero Haalux debe ser. Peleo, mutilo y mato por mi Imperio sin cuestionar.
La hembra humana embarazada es mÃa, el botÃn de guerra que guardo para mÃ. Porque el Imperio no puede llamar a mi alma dañada como lo hace ella.
Su cuerpo maduro y su calculado desafÃo me reclaman, me tranquilizan y me llevan al lÃmite. Se ha convertido en mi obsesión y voy a domarla aunque sea lo último que haga.